Escentric Molecules debe su existencia a una molécula aromática que no existe en la naturaleza. El Iso E Super fue creado en un laboratorio en 1973. Permaneció desconocida fuera del mundo de la perfumería hasta el lanzamiento de Escentric Molecules, aunque su elusiva presencia ronda en concentraciones relativamente bajas en el fondo de muchas fragancias para hombres y mujeres. Entre los perfumistas, es apreciado por su efecto aterciopelado y envolvente.
Cuando el perfumista Geza Schoen olió por primera vez Iso E Super de forma aislada, algo encajó. "Me di cuenta de que el denominador común de todas las fragancias que me gustaban era que contenían una gran dosis de esta sustancia. Iso E Super es muy inusual. Nunca es suficiente. Con una sola aspiración, quieres todo el frasco. Es como una droga".
Schoen empezó a experimentar, creando fragancias que contenían Iso E Super en proporciones inauditas. Una noche fue más allá. Al salir a tomar una copa con un amigo, le sugirió que se rociara nada más que la propia molécula aromática.
El efecto fue inmediato. Nada más sentarse en un bar, una mujer se acercó a preguntar por su fragancia. Mientras Schoen hablaba con ella, quedó claro que la conexión entre las fragancias que le gustaban era también una gran dosis de Iso E Super. Schoen se dio cuenta de que había dado con algo. Su propuesta fue audaz. Crearía dos fragancias en homenaje a este enigmático atrayente.
Una de las fragancias contendría un 65% de la molécula, algo sin precedentes. El resto de la fórmula consistiría en ingredientes diseñados para subrayar su estado de ánimo poco luminoso.
Si esto era un movimiento radical, la segunda fragancia era totalmente inconformista. Sólo contendría la molécula Iso E Super. "Pensé que ésta atraería sólo a los artistas, a los raros, a los outsiders".
Se equivocó. Desde su lanzamiento en 2006, Escentric Molecules fue un fenómeno. Schoen siguió a la primera pareja de fragancias, 01, con 02, 03, 04, y una quinta pareja, Escentric Molecules 05. Cada pareja se centra en esas raras moléculas aromáticas que tienen el brillo y la profundidad de carácter para mantenerse solas.