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La carrera de Pierre Montale despegó cuando se embarcó en un viaje al Reino de Arabia hace 20 años. Durante sus viajes, conoció materias primas excelsas a través de la familia real, lo que le inspiró a fundar la casa de perfumes Montale en París en 2003.
En 2008, Pierre Montale amplió su imperio olfativo fundando la casa de perfumes Mancera, un proyecto que acabaría convirtiéndose en una colaboración única entre él y su hija, Amélie. Juntos, crean una danza olfativa que transporta a sus clientes en un viaje al borde de tierras remotas donde nacen los mitos y se dibuja el futuro.
Sus fragancias evocan los sentidos y las visiones de un hombre que viaja entre tierras lejanas y su tierra natal, con un homenaje al refinamiento francés y a la riqueza material. Esta experiencia olfativa excepcional es el sello distintivo de las marcas Montale y Mancera. Pierre se dedica a capturar la esencia de oriente en sus fragancias, lo cuál es un testimonio del enfoque único en la creación de perfumes.
En 2008, Pierre Montale amplió su imperio olfativo fundando la casa de perfumes Mancera, un proyecto que acabaría convirtiéndose en una colaboración única entre él y su hija, Amélie. Juntos, crean una danza olfativa que transporta a sus clientes en un viaje al borde de tierras remotas donde nacen los mitos y se dibuja el futuro.
Sus fragancias evocan los sentidos y las visiones de un hombre que viaja entre tierras lejanas y su tierra natal, con un homenaje al refinamiento francés y a la riqueza material. Esta experiencia olfativa excepcional es el sello distintivo de las marcas Montale y Mancera. Pierre se dedica a capturar la esencia de oriente en sus fragancias, lo cuál es un testimonio del enfoque único en la creación de perfumes.